Asi , como estaba destrozada la casa , estaba mi mente.
Una casa deshabitada hace siete años, cartas de pagos de cementerios, fotos de rostros ya dormidos.
Como petalos de rosas secas desprendimos el misterio, y asi como anidandonos nos sedujimos al olvido.
Asi fue que sus corazones dejaron de latir, y que hoy ya no significan nada.
Solo son un monton de rastros de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario