Me temblaban las manos,me recorría el cuerpo la miseria y el dolor,entera sin dejar espacios en blanco
Sin limpiar la escena de sangre que se dibujaba en mi mente de como era de fuerte y chocante mi vida.
Y a pesar de eso tenia que estar en pie, no podía desaparecer ni correr en reversa
Esto era parte de lo que era mi vida.
Y tenía que reconstruir todo de mi,desde mis cimientos.
Otra vez estaba rota.
Nadie sabía las cosas que viví.
Nadie conocía el infierno que afloraba en mi piel y quemaba en mis ojos.
Pero tenia que ser fuerte si,por ella tenía que tener aire,de donde fuera tenia que respirar, y no dejar que mis ojos se nublen por más de unos minutos.
sábado, 4 de marzo de 2017
Agridulce
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